* La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural impulsa un desarrollo regional más equilibrado, al enfocar apoyos en las regiones con mayor rezago económico y social
Ciudad de México, 21 de mayo de 2025.- La reorientación de los recursos públicos hacia el campo, con énfasis en apoyar a las regiones donde se concentra el mayor número de productoras y productores de pequeña y mediana escala, con predios menores a 20 hectáreas y que viven en condiciones de pobreza, permitió que entidades del centro-sur (Chiapas, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Veracruz) crecieran a una tasa promedio anual de 1.1 por ciento durante el periodo 2019–2023.
De 2003 a 2018, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector primario en las regiones norte y occidente del país (Baja California, Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Sinaloa y Sonora) creció a una tasa promedio anual de 3.3 por ciento, mientras que las entidades del centro y sur alcanzaron apenas 0.4 por ciento.
Esta diferencia amplió la brecha en la participación regional en el PIB primario. En 2003, las entidades del norte y occidente contribuían con 38 por ciento, frente al 22 por ciento de las del centro y sur. Para 2018, la participación del norte y occidente aumentó a 46 por ciento, mientras que la de las regiones centro y sur disminuyó a 18 por ciento, profundizando las desigualdades regionales.
El comparativo entre los periodos 2003–2018 y 2019–2023 muestra claramente el cambio significativo en las tasas de crecimiento del PIB Primario en las entidades que históricamente fueron marginadas del desarrollo agroalimentario nacional.
En los últimos seis años, el resto de las entidades del país mantuvo una tasa de crecimiento promedio anual de 0.8 por ciento, igual al promedio nacional, a pesar de enfrentar una crisis económica mundial por la pandemia de COVID-19, conflictos geopolíticos, sequías severas y una creciente inflación en los precios internacionales de los alimentos e insumos para el campo.